La acupuntura japonesa se caracteriza por el uso de agujas más finas, inserciones menos profundas y un diagnóstico más detallado, especialmente a través del pulso. Es ideal para quienes buscan un tratamiento menos invasivo, y suele utilizar técnicas de moxibustión suave y estimulación manual. Enfoca en la sensibilidad del paciente y la respuesta inmediata del cuerpo